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texto curatorial 

                                                                         Antídoto

Antídoto es una obra que básicamente había trabajado la mayor parte de mi vida sin darme cuenta, esta dio a luz mis más profundos deseos de investigación y creación, trabajo con objetos desechados que se encuentran contenidos en el olvido, están allí ocupando un espacio pero su verdadera utilidad se ha perdido, pues en la era del consumo entre más nuevo y bonito, lo demás ya paso moda, pero para mí son sagrados; están allí coqueteándome para adquirirlos y hacerles una taxonomía total, están componiendo una parte de mi… así como el dibujo pues me refugio en él, el esfero y el papel me liberan…

Esta curiosidad por los objetos viene desde niña, estaba tan saturada de ellos que los odiaba, vivía contenida en una chatarrería, pero del amor al odio existe un pequeño paso, pues gracias a este ritual de acumular y de ver a mi padre crear con ellos, surgió en mi un ser “recursivo” pues si no podía obtener algo por cuestiones de dinero, lo hacía con mis propias manos, descubrí que los objetos y yo teníamos un vínculo casi mágico.

Pero con cada dharma viene un karma, me obsesione con el orden y la limpieza, cada objeto que adquiría estaba perfectamente guardado, sellado y en lugar específico. Cada dibujo que hacia debía quedar perfecto, necesitaba aprobación, esto me genero conflictos en mis relaciones interpersonales, todo se me salía de las manos, mi mente generaba conflictos que no existían… sin estar atenta a que el antídoto lo tuve todo el tiempo en mis manos.

El ritual de acumular, la satisfacción del dibujo y mi investigación interdisciplinaria que ahondo en temas psicológicos, sociales, mecánica, biología, filosofía y literatura,  me llevaron a crear una escultura cinética interactiva (máquina) que asemejara mis procesos físicos, por ejemplo un estímulo inicial, circulación de energía (como las sinapsis en el cerebro) para así llegar a mis manos y dibujar “ordenadamente”, esta escultura la componen: un tocadiscos, impresora, piñones, motores etc.. Este proceso me libero; ha sido el antídoto que estuve buscando y siempre estuvo allí, (respecto a mis obsesiones y paz mental) ahora enfoco mi energía en la búsqueda de objetos para ver ¿qué puedo hacer con ellos? ya no es una energía negativa que me amargaba, la canalice para mi bienestar.

El público puede interactuar con ella, siguiendo instrucciones para el manejo de la máquina y con ello generar un dibujo y así llevarse una parte de mí, pues acceder a este artefacto es involucrarse conmigo, con mi pasión y mi antídoto.

Deisy Martínez 

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